domingo, 16 de febrero de 2014

El verdadero valor de la amistad

La amistad es un sentimiento puro y desinteresado que surge entre dos o más personas, las cuales comparten algunas características en común. A lo largo de la vida, los humanos hacemos muchas amistades, pero no todas son beneficiosas, porque no todas son verdaderas. Aunque a algunas personas les cuesta encontrar amigos y otras en cuestión de minutos, consiguen amistades muy duraderas. Sin embargo, considero que la amistad, no es para unos minutos, horas, días, semanas, meses e incluso algunos años, sino para toda la vida, esto sucederá si es una verdadera amistad.  En nuestros tiempos, es difícil encontrar verdaderos amigos, porque algunos se dicen ser tus amigos, pero están a tu lado por interés o lastima. Pero, el verdadero significado de la palabra amigo es, una persona que te acompaña en las buenas como en las malas, te comprende en cualquier situación, comparte sus aventuras, te escucha a cualquier hora, te aconseja, te comparte sus secretos, porque existe en ambos la confianza y por supuesto, un cariño enorme que espera que te encuentres bien en todo momento y quien te ayuda desinteresadamente. Pero todos estos aspectos se resumen en esta frase: “Amigo no es aquel que seca tus lágrimas, sino quien evita que las derrames”, porque un amigo no te hará llorar, si su única misión es hacerte feliz. 

Durante mi corta edad, he sufrido con los que supuestamente han sido mis amigos, porque al final me traicionan o solo decían ser mis amigos por algún interés. Por todo el daño que me han causado, he tratado de alejarme de los que podrían ser mis amigos, especialmente, porque pienso que su amistad me puede dañar. Al principio, mi ilusión en el colegio era hacer muchos amigos y encontrar a ese mi otro complemento para la molestadora, a quien pudiese contar mis secretos, aventuras y poder ofrecerle mi cariño, como lo había encontrado en mi antiguo instituto. El primer día todo fue bonito, porque conocí a mis compañeros actuales, pero mi ilusión nunca se hizo presente, más bien cambié mi forma de ser amigable, por una persona alejada y que siempre refleja tristeza. Y todo fue, porque a mí no me gusta el rechazo y considero que eso hizo que yo me alejara. Me alegro, por todos aquellos que encontraron sus complementos y crearon sus grupitos, los cuales observo día con día su alegría de estar juntos, especialmente a la hora de almuerzo. Ahora me rio de las cosas que hacen disimuladamente, porque ya lo superé, no sé que tengo de diferente para que no pudiese ser admitida en ninguno de los grupos, pero ahora ya no le tomo importancia. El ciclo pasado fue difícil para mí, porque deseaba irme del colegio y nunca volver, ya que la soledad me hace pensar cosas feas. Pero, creo que ya me estoy acostumbrando a eso, ya que me di cuenta que no solo no soy aceptada en el colegio, sino tampoco en mi iglesia. Aunque muchos digan que ese pensamiento que siento de que no soy aceptada sea falso, porque realmente me aprecian, considero que es una farsa, porque nunca veo que me lo demuestren, no pasan de saludarme y la amistad no es un simple saludo. Sé que yo tengo la culpa muchas veces, por mi actitud seria, pero no significa que no posea un corazón dulce y alegre.

Existen amigos que te dejan huella, como lo fueron o lo son mis amigos del instituto anterior a los cuales extraño mucho, ya que me siento solitaria muchas veces, aunque sé que el verdadero amigo que nunca me ha dejado sola ha sido Dios quien no me ha abandonado en ningún momento y me ha dado fuerzas para seguir adelante. Por otro lado, está mi familia, porque mi madre es mi amiga también, mis mascotas quienes me brindan su cariño desinteresadamente y mi mejor amigo que vive cerca de mi casa, con quien llevo tres años de amistad. Pero, en el colegio tengo cuatro amigos también, uno es  Luis quien a veces me hace enojar o me da tristeza que me ignore, pero sé que me aprecia mucho, ya que siempre se preocupa por mí, he incluso me cambia de nombre muchas maneras. Por otro lado, se encuentran con los que comparto la mesa a la hora de refaccionar y almorzar uno es de apellido Bracamonte, el otro aunque desconfió muchas veces si es realmente mi amigo, pero igualmente lo aprecio y lo considero mi amigo es Wellentong. Con estos mis dos últimos amigos, creo que nos une el rechazo que experimentamos de parte de los demás, porque no fuimos admitidos en ningún grupito. Sin embargo, nosotros creamos uno, donde reímos a carcajadas cada vez que comemos juntos, pero esta unidad es solamente a la hora de comer, porque luego ellos se unen y yo me alejo. Por otro lado, se encuentra Elizabet, a quien cariñosamente le digo Liza, con quien hablo por largos ratos en las redes sociales, me comparte sus grandiosas aventuras de amor en las mañanas, quien me llama cada vez que no asisto al colegio y hago grupos de trabajo cuando es en parejas. Es una chica a quien aprecio un montón y aprendo cada vez más de sus aventuras.

Una de mis amigas con quien he compartido casi toda mi vida o parte de ella, porque últimamente el estudio nos ha alejado es Amily, con quien comparto hasta el mismo mes y año de nacimiento, pero lastimosamente soy la mayor. Ella es más que mi amiga es mi hermana, vivimos enfrente y estudiamos varios años juntas. Mi mejor amigo Byron es mi acompañante de aventuras y mi confidente, porque es con quien más converso. Por otro lado se encuentra Angela, mi hermanita, quien ha sido mi mejor amiga desde hace tres años, somos de la misma edad y la quiero mucho, porque me ha escuchado y aconsejado siempre. También, tengo a Beatriz, la más loca de mis amigas, con quien me divertía mucho durante los básicos, se podría decir que fue ella quien me pervirtió, compartimos en común la estatura, porque ambas somos altas y la pasión por el fútbol. Lamentablemente, tengo más de un año de no verla, porque vivimos lejos la una a la otra, pero nos comunicamos por celular y las redes sociales. Bueno, creo que solo a ellos los mencionaré, porque si no, no terminaré nunca. Agradezco a todos ellos, por darle sentido a la frase que define a un amigo, ya que ellos me han demostrado el valor de la verdadera amistad.





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