domingo, 2 de febrero de 2014

Las vacaciones de fin de año en casa de mi hermano

El año pasado mi hermano les pidió a mis padres permiso para pasar la navidad en su casa con su familia. Mis padres accedieron, pero solamente sería por unos seis días el permiso, porque tenía un compromiso en la iglesia que asisto. Mi hermano llegó a traerme el martes 24 de diciembre durante la mañana, pero llegamos algo tarde a su casa, porque recientemente se había cambiado de casa. El lugar donde vive ahora es totalmente diferente a donde vivía anteriormente, por lo que me costó un poco adaptarme a su nueva vivienda.  Pero la verdad fue muy divertida la estadía en éste nuevo lugar, porque conocí a nuevas personas y la experiencia de vivir en una colonia privada. Desde el primer día, me la pase genial, jugué mucho con mis sobrinos, fuimos a la iglesia y en la noche fuimos a cenar a Chimaltenango a casa de los suegros de mi hermano. Nos tuvimos que quedar a dormir allá, porque ya era demasiado tarde para regresar a la capital.

Al día siguiente, regresamos a la capital durante la tarde, pero en la noche salí a jugar fútbol y a comprar algunos juegos pirotécnicos con mis sobrinos.  Después, vimos varias películas y nos dormimos algo tarde. El día viernes fue un día muy relajado, porque salimos de compras,  donde aproveché a comprar un tinte que me gustó, para pintarme el cabello,   aunque de regreso a casa, fuimos un rato a la antigua casa de mi hermano. Cuando regresamos a casa, salimos a jugar fútbol con mis sobrinos a las canchas deportivas que tiene la colonia. Durante el partido que jugamos conocimos a un niño, a quien denominé “Fosforito” por su peculiar pelo rojo. En la noche, vimos una película muy graciosa llamada “Vampiras”, con la que nos reímos mucho. El día sábado, me levanté muy temprano, ya que iría a pintar el cabello en la mañana a la casa de la hermana de mi cuñada. Pero, me fui en compañía de mi sobrino, para que él cuidara a la hija de su tía, que tiene seis meses de nacida. Estuve toda la mañana en esa casa, cuidando a la prima de mis sobrinos, una bebé muy tierna y hermosa.

Ese mismo día, sábado, mi hermano había organizado un concierto cristiano de música urbana cerca de la iglesia que el pastorea. Conocí a algunos cantantes de ese género, incluyendo al famoso cantante de la canción “El gato volador”, quien hace unos años se convirtió al evangelio. Fue una tarde-noche muy especial y divertida. Compartí con muchos jóvenes, quienes nos sentimos atraídos por dicho género musical, podría decir con toda certeza que fue una noche muy bendecida. Cuando terminó el evento, aproveché para tomarme fotografías con todos los cantantes y conversar con algunos. La actividad terminó tarde, por lo que casi no dormimos esa noche, porque al día siguiente teníamos que levantarnos temprano.

Lamentablemente, el día domingo que debía regresar a mi casa, no regresé, porque mi abuela sufrió de hemorragias y mi hermano se encargó de llevarla al hospital. Allí fue donde nos juntamos con mis padres y mi abuela, donde ellos me dieron permiso de quedarme más días en casa de mi hermano, para recibir el nuevo año con su familia. El día 30 de diciembre, fuimos de compras con mi cuñada y mis sobrinos. El martes, fue un día muy agitado para todos, porque se estaba organizando una cena en la iglesia, ya que después se haría una vigilia para recibir el nuevo año ahí.

Gracias a Dios, fue una vigilia bendecida, aunque triste, porque no estuve al lado de mis padres y abuelita a quienes quiero demasiado. El día miércoles fue entonces cuando regresé a casa, Estas vacaciones me la pase muy bien.


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