domingo, 18 de mayo de 2014

Un visita planeada con mi hermanito

En esta ocasión recordaré una de las visitas de mi hermano menor que se olvidaron darme, quien me visitó durante la semana santa. Todo inició cuando lo invité a que conociera mi casa para ir a jugar fútbol un rato y que lo invitaría a un jugo de banano con leche que tanto le gusta. Al inicio, yo pensaba que no vendría a mi casa, hasta que me dijo un día antes, ya estoy listo para ir mañana, acompañado de su hermanastro. Me emocionaba la idea que viniera a mi casa a compartir un rato conmigo, ya que no salí a ninguna parte durante esa semana de vacaciones.

El día de su visita se acercaba, pero lastimosamente no reuní muchos chicos que me acompañaran a jugar al campo fútbol ese día, debido a que esa tarde se jugaba el clásico del Real Madrid contra el Barcelona. Pero, no me importaba que solo fuéramos los tres al campo, con tal de ver a mi hermano jugar fútbol, ya que es un máster para ese deporte. Así que, se llegó el día acordado, yo me encontraba nerviosa, porque no sabía que haría con él en mi casa tanto tiempo junto con mi mamá, ya que el partido estaba programado a las dos de la tarde y él se vino hacia mi casa desde las diez de la mañana. Fue muy divertido desde el momento que vino a mi casa, porque él no conocía el sitio donde vivo y cuando se bajaron del bus para esperarme en un lugar acordado, la señora de la Tienda les preguntó si eran de las colonias, a lo que ellos respondieron que no. Entonces les advirtió que era conveniente que no salieran de su tienda, ya que era peligroso para ellos el lugar, porque eran desconocidos y por la vestimenta que traían ambos. Para agravar el asunto, yo me tardé mucho en llegar al lugar, porque fui en busca de mi mejor amigo, quien no se había levantado para que me acompañase a traer a la parada de buses a mi hermano menor.

Desde que llegué al lugar nos dirigimos a callejear, primero fuimos a comprar los bananos para que mi mamá nos preparara unos ricos licuados y luego decidí ir a invitar a una amiga al juego que tendríamos. Regresamos a mi casa, mi mamá preparó los licuados, mi hermano conversó por largas horas conmigo juntamente con su hermanastro. Por cierto, mi mamá nos preparó almuerzo, mientras mi madre y hermano menor conversaron, ya que ellos desde el primer momento se agradaron. Luego, mientras daban las dos de la tarde, decidimos ir al cuarto de mis papás a ver el partido y cuando se llegó la hora, nos alistamos con ropa adecuada para jugar y nos dirigimos al campo. Pero, como éramos muy pocos, decidimos ir en busca de unos amigos, específicamente, mi hermano, su hermanastro y yo nos fuimos a buscar a una amiga a su casa, donde pasamos el tiempo durante dos horas. Ellos ya estaban aburridos y resignados a que no jugaríamos, porque debían regresar a sus hogares. Gracias a Dios conseguimos un juego en unas canchas en un lugar algo peligroso, donde en lo personal tenía temor, ya que éramos los tres desconocidos. Luego, de una hora ahí, nos regresamos a casa, para que se cambiarán y despidieran de mi madre. Y así, después de unas horas divertidas y aburridas, se fueron a su casa, lo más divertido, fue que mi hermano menor se llevó por accidente una micro de música y hasta el día de hoy no nos hemos podido ver para que me la devuelva.


Sólo deseo agradecerle a este joven tan especial para mí, mi hermano menor, por visitarme y pasar un rato agradable a su lado.


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