domingo, 12 de enero de 2014

El accidente de mi padre

Como es costumbre, mi mamá se levanta a las seis de la mañana, para abrir el negocio que tenemos en nuestra casa, pero el 16 de diciembre de 2006. En esta fecha mi papá, se encontraba de viaje en el interior del país, pero regresaría ese día sábado a la capital a dejar al predio donde trabaja el tráiler, en la mañana, para luego dirigirse a Retalhuleu para visitar a mis abuelos. Así que decidió llamar a mi mamá, para avisarle que ya se encontraba en la capital, pero lo hizo desde un teléfono público. Lamentablemente, un conductor que se conducía en estado de ebriedad, se subió la banqueta mientras retrocedía, donde mi padre se encontraba hablando por teléfono con mi mamá de espaldas, por lo tanto él no lo vio. Y fue así como este conductor le causó la fractura de la tibia y el peroné en ambas piernas, por lo que las personas que presenciaron lo que sucedió, llamaron a los bomberos para que atendieran a mi papá y posteriormente fueron algunos que conocían a mi padre a dar aviso a la empresa, la que estaba muy cerca del accidente y luego le avisaron a mi mamá. Aunque mi mamá ya sospechaba que algo malo le podía haber pasado a mi papá, porque cuando ellos estaban hablando él no se había despedido de ella, ya que la llamada se cortó repentinamente. Lastimosamente, el conductor se dio a la fuga. Cuando llamaron a mi madre notificándole el accidente que mi padre había sufrido, ella se puso muy mal, porque pensaba lo peor, pero durante esas horas sólo ella estaba despierta, por lo que inmediatamente me fue a despertar para darme la terrible noticia, de que mi padre lo había atropellado un carro y encontraba en el IGSS de la zona 9, de ciudad capital.

Inmediatamente, nos arreglamos y salimos rumbo al IGSS para saber exactamente lo que le había sucedido a mi padre.  Nos llevaba mucho tiempo llegar en autobús hasta allá, por lo que pedimos favor al pastor de nuestra iglesia, que nos llevará en su automóvil. Cuando llegamos al lugar, mi madre se dirigió rápidamente a preguntar cómo se encontraba mi padre, así que la pasaron a hablar directamente con él, porque él no perdió en ningún momento la noción de lo que le había sucedido, eso me hace pensar que es un hombre muy valiente, ya que pudo observar directamente sus huesos fracturados, sin piel alguna. Luego, que lo ingresaron, fue intervenido quirúrgicamente, donde le colocaron una malla metálica por dentro en una pierna, en la otra le colocaron cinco clavos para tratar que sus huesos pegaran nuevamente.


Ese fin de año fue triste, porque mi padre se encontraba sin poder caminar y dependía totalmente de nosotros, se encontraba únicamente en la cama, pero estaba muy agradecida con Dios, porque  mi padre se encontraba con vida a nuestro lado. Tiempo más tarde, pudimos conseguir una silla de ruedas, para poder transportarlo en promedio de una año y medio, posteriormente usó muletas ya que cuando le retiraron los clavos, le colocaron yeso, Un total de cuatro años llevó su recuperación, aunque no fue total, porque aún utiliza bastón para tener una ayuda extra al caminar, porque se cansa mucho al caminar durante bastante tiempo. Los doctores y otras personas se asombran de que sus huesos hayan pegado, porque él es muy grade de edad. Aunque ya pasaron seis años desde el accidente, yo admiro demasiado a mi padre, porque solo se encontró recuperado, aunque no del todo, regresó a trabajar rápidamente, ya que durante el tiempo de su recuperación pasamos muchas penas económicas, ya que dependíamos únicamente del salario que mi padre recibía del IGSS. Pero gracias a Dios,  que no nos abandonó en ningún momento, siempre teníamos para comer y contábamos con el apoyo de las personas que nos rodean.



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