miércoles, 30 de abril de 2014

El hermano menor que se olvidaron darme

Bueno, la verdad no sé por primera vez como empezar una  entrada de blog, ya que actualmente con la persona a quien va dirigida esta entrada,  nos peleamos por algo realmente insignificante, que al recordarme me pone muy triste, porque nunca pensé que me pelearía con alguien que pasó a ser mi hermano menor. Creo          que iniciaré contando la manera en que lo conocí, aunque me da miedo que ciertas personas puedan leer esta entrada y pueda meterme en problemas, por eso no revelaré en ningún momento su nombre.

Todo inició en el mes de diciembre, cuando su  novia me invitó a dar  una vuelta, junto con otros amigos de ella, a un reconocido lugar cerca del colegio, mientras esperábamos que llegara la tarde para asistir a un evento que todos esperábamos como despedida del año y que marcaba el inicio a nuestras vacaciones de medio ciclo escolar. Iniciamos caminando por todo el lugar, fuimos a una pista de patinaje a ver  a unos chicos que realmente nos hicieron reír por todas las veces en que se cayeron, porque nunca había patinado. Cuando salimos del lugar, nos topamos que había llegado el novio de la chica que me había invitado a ir a dar una vuelta, nos lo presentó a todos los que íbamos con ella y él se comportó muy amable con todos, aunque para mí era un desconocido, me cayó bien, sólo que al momento que me lo presentó presentí que a ese chico le volvería hablar de nuevo,  pero después de un rato, ya no le puse importancia y creí que había sido un pensamiento bobo. Después decidimos ir a comer un helado y a buscar un cajero, pero caminamos un montón y no encontrábamos uno. Por lo tanto, decidimos ir a buscar el cajero solo cuatro personas, pero no estaba incluida la chica y su novio, ya que ellos se desaparecieron rápidamente. Encontramos el cajero, lo utilizamos y decidimos regresar a buscar a los dos tórtolos, la sorpresa fue que no estaban y nos sentimos perdidos por un instante. Al fin, después de un rato de búsqueda los encontramos, pero los demás que también iban con nosotros tampoco estaban así que emprendimos una nueva búsqueda. Lamentablemente, no los encontramos, así que decidimos regresarnos al colegio, pero nadie se despidió del chavo extraño que conocimos, de quién apenas supimos su nombre. Y así, terminó, ese largo día.

Más adelante, encontré por accidente a ese chico a quién había conocido algunos días atrás en Facebook en el muro de su novia. Así que, decidí enviarle una solicitud, la cual fue aceptada algunos días después. Pasaron dos meses, pero yo jamás le hablé a este joven, hasta se me había olvidado que lo tenía de amigo, solo me recordé, porque cuando me ubicaba en el sitio de inicio en Facebook, observaba algunas publicaciones que le habían hecho o el mismo había escrito recientemente. Más adelante, él le daba “me gusta” a algunas publicaciones mías, principalmente algunas de desamor, entonces inicié a hacer lo mismo con las publicaciones que él hacía, más las de deportes, ya que su vida es el fútbol. Conforme pasó el tiempo, fueron aumentando los “me gusta” de ambos, pero me pareció extraño cuando él, comenzó a publicar muchas cosas de desamor, porque era novio de la chica que conozco. La curiosidad me invadió y le pregunté a una persona si ellos habían terminado y me contó que sí habían terminado desde hacía un mes, lo cual me extrañó muchísimo, ya que a ella no la notaba para nada triste. Aunque sabía, que ellos ya no eran novios, yo nunca quise hablarle a él, ya que soy mala para hablarles a “desconocidos”, aún por redes sociales. Deseaba hablarle para preguntarle directamente a él, si era cierto de lo que me había enterado, pero no sabía de qué forma hacerlo, hasta que una madrugada mientras hacía tareas y decidí chequear mi cuenta de Facebook tenía una notificación que él había comentado una publicación mía, así que decidí devolverle de la misma forma el comentario; es decir, comentando una imagen que él tenía. Mi sorpresa fue que él me respondió el comentario y luego decidí comentar otra imagen, la cual volvió a responderme, velozmente se incrementaron los comentarios en las imágenes, pero los dos nos pusimos muy sentimentales, así que él llego al punto de decirme, que mejor habláramos por chat, a lo que accedí inmediatamente.



Iniciamos una conversación en chat, que realmente fue extensa, ya que llegué al punto de desvelarme hasta las cuatro de la madrugada para hablar con él, ya que su forma de ser es muy bonita y me cayó muy bien desde el principio, sino en algún momento lo hubiese dejado en visto. Comenzamos a hablar de tema muy poco peculiar, el amor, mejor dicho el desamor y hablamos principalmente del rompimiento con su novia, el cual yo no creía. Desde el principio, se ganó mi confianza algo que no es muy usual, ya que le conté mi experiencia amorosa nada agradable y él me contó todo lo que había sucedido con su amada, porque él realmente estaba enamorado de ella, como se dice vulgarmente, colgado y no podía olvidarla, deseando con toda su alma volver con ella, como si fuese la única mujer en todo el planeta; se notaba claramente que no la había olvidado aún. Recuerdo bien que los mensajes de ambos eran muy, pero muy extensos, algo que me agrada que las personas hagan cuando converso por chat, ya que detesto los mensajes cortos. Lastimosamente, yo le conté algo que él, no hubiese querido escuchar nunca, lo cual lo decepcionó de ella, pero de boba yo se lo dije, porque pensaba que ya no tenía contacto con la que ahora era su exnovia, ya que creí ciegamente en él, confiando que él no le reclamaría. Me equivoqué, porque él le reclamó a ella, diciéndole que yo era la que le había contado, y posteriormente la chica me reclamo a mí. Yo realmente ya no quería hablarle, porque no hay peor cosa que recibir una traición de parte de alguien que realmente confiaste. Pero, más adelante todas las cosas se arreglaron, lo perdoné por lo que hizo y continuamos con nuestras largas pláticas en la madrugada o durante el día los fines de semana. Durante los primeros días en que nuestra amistad fue surgiendo, asistimos a una misma fiesta, donde pude verlo nuevamente, y habíamos quedado en que brindaríamos por nuestra nueva amistad, pero lamentablemente no se pudo, ya que solo hablamos antes de entrar a la fiesta y luego desapareció con su novia. 


Las conversaciones continuaban, al punto que su confianza hacía mí aumentó, contándome su historia, lo que le gusta hacer, por cierto, es jugar fútbol, déjenme decir, que es una estrella para jugar fútbol, este deporte para él es su vida, por cierto, también ama los licuados de banano con leche. También me contó su historia de amor con ella, todo lo que hace, lo que está estudiando, sus problemas, sus sueños, los errores que ha cometido y lo que lo hace feliz. Todo eso realmente me hizo sentirme una persona especial, porque me permitió conocerlo más, alegrándome cuando él regresó con su novia, aunque ella actualmente me odia, por algo realmente que no vale la pena recordar y supuestamente, ella si me disculpó por lo que pasó, porque yo tuve la culpa, pero ahora no puede ni verme, me hace caras y ha puesto a otros de mis amigos en contra mía, pero bueno no le pongo mucha importancia. E l odio que ella tiene contra mí,  no fue lo suficiente para que le dejara de hablar a su novio, más bien fortaleció nuestra amistad, ya que me convertí en la vigilante de todo lo que ella hace, lo que considero que fue un error.



Conforme nuestra amistad se fue fortaleciendo, se transformó en hermandad, convirtiéndose así en mi hermano menor, haciendo varias promesas, de las cuales ya cumplimos una, que era, venirme a visitar a mi casa para semana santa, donde yo debía invitarlo a un licuado y a jugar futbol. Ese día fue genial, ya que él no desconocía el lugar donde yo vivo, pero aunque no fue divertida la visita, porque casi no jugamos, fue especial y suficiente solo con su visita. Además, pudo disfrutar de un delicioso licuado que tanto le gustan y conocer a mi mamá. También, pude verlo jugar y realmente es un maestro con eso del fútbol. Habíamos quedado en que me invitaría un día a su casa, que nos juntaríamos de nuevo, porque se llevó la micro de mi celular y que asistiría a mi graduación con un cartelito, para que luego yo asista a la graduación de él que será hasta el próximo año. Cosas que ya no se llevarán a cabo, lo que me pone muy triste.

Él es una persona genial, amigable, lindo, gran deportista, cariñoso, algo enojado, estudioso (solo haciendo formatos se la pasa toda las tardes), risueño, platicador y buenísima onda, en resumen una persona única. Espero que otras personas lo valoren tanto como yo lo hacía, ya que es una persona especial. Extrañaré mucho decirle hermano menor, molestarlo, llamarlo, hacerle bullying, enojarlo, regañarlo y notificarle cuanta cosa veo. Nunca pensé que podría encontrar en una persona como él, el hermano menor que tanto desee tener, pero fue así, aunque fue de una manera muy temporal, ya que apenas llevabámos dos meses y medio de conocernos. Estaré agradecida siempre con Dios por conocer al que me hubiese gustado tener como hermano menor. Pero, debemos aceptar como son las cosas, ya que no pasan por gusto.



Todo iba bien, hasta que hubo un mal entendido hace un par de días, donde llegué al punto de decirle que era mejor ya no hablarnos y olvidar que algún día existió nuestra amistad, incluso olvidar nuestra hermandad, aunque sé que para mí será difícil, porque realmente es una persona muy importante para mi vida, porque no es solo mi amigo, sino mi hermano menor, el cual quiero mucho. Reconozco que el amor de hermanos puede superar cualquier obstáculo, por más fuerte que sea, pero creo que él, ya no me aprecia, ya que cuando le dije que era conveniente mejor ya no hablar, pareció que le importó poco, aunque yo lo entiendo, porque sé que si nuestra amistad  y hermandad continúa tal vez se vea afecta su relación con el amor de su vida. Y aunque me duela mucho decirlo, sólo quiero agradecerle con todo el corazón, la confianza, las risas que me sacó cuando vino a visitarme, las llamadas por teléfono, las noches de desvelo hablando, las pláticas largas por Twitter y BBM, sus consejos, su cariño, sus regaños, sus preguntaderas, molestaderas, escucharlo cantar, el recuerdo que me escribió,  oír sus enojos, malas expresiones y sus preocupaciones hacia mi persona, harán que lo recuerde siempre. Él será siempre mi hermano menor del alma y deseo que sepa que cuando me necesite puede buscarme, que siempre estaré ahí cuando me necesite, además conoce donde vivo y tiene mi número de celular. Pensé que nuestra hermandad duraría por siempre como habíamos prometido, pero Dios sabe, porque suceden las cosas. Espero que le vaya bien en la vida, que alcance sus sueños, metas, sea feliz y siga amando a su novia como hasta hoy.


Me despido de una vez por todas de mi hermano menor,  deseándole lo mejor del mundo, prometiendo ya no molestarlo más. Ojalá algún día me pueda mandar con alguien la micro con la que se quedó. Espero que recuerde que  siempre ocupará un lugar en mi corazón y que lo quiero bastante. 










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