domingo, 6 de abril de 2014

No existe piedra en el camino que no puedas aprovechar

Esta es una de las frases que más me motivó del libro “En la silla de Morfeo”, pero la comprendí mejor con la charla de Alan Tenenbaum, autor de dicha obra. Considero que realmente esta frase reanima no solo la vida de Alan, por lo que expresa, si no a muchas personas que a veces renegamos de lo que nos sucede a diario, sin saber que lo que nos sucedió no es del todo negativo, siempre hay un propósito, el cual debemos aprovechar. Por lo general, a veces pensamos que las piedras no sirven para nada, más que para hacernos tropezar, sin saber que hasta la piedra más insignificante nos puede ayudar, no sólo a nosotros, sino a otras personas que nos rodean. Esta frase la asocio también con otra que aparece en el libro que es; “Permitido caerse, pero obligatorio levantarse”, porque generalmente, las piedras son vistas como un medio de tropiezo, es decir, una medio de caída, pero para aprovechar la caída, es necesario levantarse. También de esta frase aprendí, que todo lo que nos rodea no debemos menospreciarlo, me refiero especialmente a las personas, porque no sabemos si a la persona que vemos como inferior a nosotros es de la que más podremos necesitar en el futuro.


En la vida de Alan, relatada en el libro, especialmente esta premisa de vida le fue de gran utilidad después del accidente que sufrió, el cual le ocasionó quedar en una silla de ruedas para el resto de su vida, pasando de ser una persona independiente a ser casi totalmente dependiente de su familia, amigos y personas que lo rodean. Cuando Alan Tenenbaum llegó al colegio a darnos una charla acerca de su vida y de la creación de su nuevo libro, el cual ya habíamos leído, quedé impactada, porque se ganó todo mi respeto y admiración por ser una persona, incluso más positiva y alegre que nosotros que no estamos en una silla de ruedas, como él. Y la premisa de vida que realmente me llegó al alma, fue la aparece en el título de esta entrada, porque nunca me había puesto a pensar que los tropezones que sufrimos en la vida, los debemos aprovechar, porque suceden por algún motivo, que tal vez desconocemos, pero conforme transcurre el tiempo deberíamos de darle utilidad a las caídas que sufrimos y por supuesto levantarnos.  La vida de Alan es un ejemplo evidente, que está haciendo suya esta premisa de vida, porque a pesar de estar en una silla de ruedas, que en este caso sería la piedra, su vida continúa y gracias a estar en esa condición puede dar pláticas motivadoras a otros chicos como nosotros para que valoremos la vida y apreciemos que no tenemos ninguna discapacidad. Como él mismo dijo en la charla, que gracias a su estado, le ha perdido el miedo a hablar en público. También gracias a su accidente, logró escribir un libro, el cual  talvez nunca hubiese escrito, sino ubiera sido por ese suceso, es decir que realmente está aprovechando esa piedra que se interpuso en su camino y lo quería derribar completamente. Sin embargo, él se ha interpuesto y le ha sacado ventaja a su situación física.


Por lo tanto, ahora mi perspectiva del mundo ha cambiado y gracias a la plática de Alan, no renegaré de todo lo malo que me suceda, ni me quedaré de brazos cruzados cuando sienta que una piedra que estaba en el camino me derribó. Al contrario, me levantaré, aprovecharé y tomaré ventaja de lo que me haya sucedido, demostrándole al mundo que no existirá ninguna piedra en el camino que sea capaz de derribarme.


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